Esta es la historia de un pintor… de un pintor triste,
de un pintor que dejó de ver los colores de la vida,
que abandonó a su suerte los pinceles,
que miró por ultima vez su paleta,
que tapó su cuadro a medio hacer,
que marchó y, tras él, musas imaginarias,
huérfanas y solitarias, lloraban por él.
Esta es la historia de aquél pintor,
del pintor que imaginaba sueños de color,
que hablaba con los ojos,
que enamoraba a las sombras,
y jugaba con los vientos.
Esta es la historia de un pintor,
que inventaba azules para regalar a sus cielos,
y verdes para sus campos amados
es la historia de un hombre que de su vida,
lienzo resquebrajado, sentado y mirando, callado,
en las esquinas de la vieja ciudad,
vagaba su memoria, por caminos, por él dibujados.
Es la historia de un hombre que enjugaba sus lágrimas,
en días de lluvia, acaso para engañarse un poco más;
que miraba aquella blanca pared,
y en ella, lienzo soñado, su obra mas valiosa,
idolatraba sin ser ni estar.
Es la historia del pintor triste,
del que quiso dibujar la noche,
empeñado en bajar para sí, todas las estrellas;
aquél que habló en voz baja con las olas del mar,
el que quiso volar junto al aire, y con él,
descubrir todos los colores del firmamento;
es la historia del pintor que dibujó la amargura,
que convenció a la bella rosa, para posar hermosa,
es la historia triste del pintor que, feliz en su momento,
jugaba con la hermosura, ajeno al sufrimiento.
Es la historia de un pintor,
de un pintor que sin querer, olvidó,
olvidó como hablar con sus colores…
como sentir y vestir con su magia,
aquellos trozos de tela blancos, esperando;
que olvidó, sin querer, la cara de la paz,
y que también sin querer, por olvidar,
olvidó que la vida un día…existió para él.
(jpellicer)
JPellicer
España